Con sacrificios y un enfoque claro, Sharon lucha no solo en el ring, sino por un futuro equilibrado entre deporte y estudio.
En el Meta, la joven de 16 años ha encontrado en el boxeo una pasión inesperada que, con disciplina y esfuerzo, la ha llevado a destacarse. Sharon, quien anteriormente practicaba patinaje, decidió cambiar de rumbo cuando la pista en Villavicencio cerró. Fue entonces cuando optó por el boxeo, y a pesar de las dudas iniciales, pronto se dio cuenta de que había encontrado su lugar. "Con el tiempo le tomé cariño al boxeo, y mis entrenadores fueron fundamentales en este proceso", afirma Sharon con determinación. Su viaje comenzó en Acacías, bajo la orientación de su entrenador "Tapa Roja" como le llama ella, y con el apoyo constante de su familia, especialmente de su tía Isabel, su tía.