Ministerio del Deporte

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Bogotá, 03 de octubre de 2025. En Patía, un municipio del sur del Cauca donde la tierra se mezcla con la música y la cultura late en cada rincón, nació Mariana Llanos. Hija de un agricultor y una madre dedicada al hogar, y hermana de un joven minero, Mariana creció rodeada de historias sencillas, esfuerzo cotidiano y, sobre todo, de la riqueza musical de su tierra. Hoy combina en su vida las melodías de su voz, la contundencia de sus instrumentos y con la fuerza del fútbol.

Entre la música y el balón: la

Cuando recuerda su infancia, lo hace con una sonrisa que refleja orgullo: en su vereda, la música es más que un pasatiempo, es una tradición que se aprende desde pequeños. Ahí descubrió su talento para los instrumentos. El violín, la guitarra y la tambora se convirtieron en sus compañeros, al igual que el canto, que interpreta con una voz que parece llevar en sus notas el alma del Cauca. "Mi infancia ahí fue muy bonita porque desde pequeños nos enseñan a tocar instrumentos", dice con nostalgia, aunque también reconoce un anhelo: que en su región algún día todas las familias tengan acceso pleno al agua.

Pero Mariana, a sus 16 años, no solo encontró en la música una forma de expresarse. En el colegio, el fútbol apareció como una puerta distinta, un camino para aprovechar el tiempo libre, mantenerse saludable y, sobre todo, descubrir otra pasión. Gracias al apoyo de sus profesores y al entusiasmo de sus compañeros, comenzó a entrenar y a entender que el deporte también podía transformar su vida.

Hoy, con la camiseta del Cauca puesta, en Buga, representa a su departamento en la fase regional pacífico de los Juegos Intercolegiados. En la cancha, Mariana despliega fuerza, talento y disciplina, pero también un espíritu de sana competencia que la convierte en ejemplo para muchos otros jóvenes. Su historia recuerda que el deporte no es solo un resultado, sino una escuela de vida.

Aun así, su mirada hacia el futuro va más allá del fútbol. Sueña con estudiar Licenciatura en Música en la Universidad del Cauca, para seguir alimentando ese vínculo profundo con los ritmos de su tierra. Una joven que canta, que toca instrumentos y que juega al fútbol con la misma pasión: Mariana Llanos encarna la riqueza cultural y deportiva de su región.

Los Juegos Intercolegiados han sido para ella y para miles de estudiantes del país un escenario donde los sueños se encuentran con las oportunidades. Un espacio donde la música y el deporte, la identidad y el esfuerzo, se unen para demostrar que la juventud colombiana tiene en sus manos las melodías y los goles del futuro.