viernes, 07 de noviembre de 2025
La tenista sogamoseña clasificó a la fase final de los Juegos Intercolegiados 2025, donde demostró talento, carácter y una proyección que la perfila como figura del deporte blanco.
Jefferson David Ramírez - Prensa Mindeporte
Bogotá, noviembre 7 de 2025. Con unos ojos grandes y unas cejas gruesas, María Camila Lozano no pierde de vista la pelota de tenis. La concentración que refleja al jugar habla de una pasión que lleva cultivando desde la infancia, pues desde el 2010, cuando solo tenía cinco años, empezó a practicar este deporte. Actualmente Camila tiene 15 años e indica que el tenis representa su mayor pasión. "Empecé a ver jugar a mis dos primos y me llamó mucho la atención. Decidí empezar a entrenarlo", señala.
Su historia comenzó en Sogamoso, Boyacá, la tierra del sol y del acero. Vive con sus padres y dos hermanas menores, en una familia que ha hecho del apoyo una bandera. "Mi papá me acompaña siempre a los torneos. Me dice que le gusta verme jugar y eso me hace muy feliz, aunque a veces me da susto fallar", confiesa.
En Cali, donde se disputa actualmente la fase final de los Juegos Intercolegiados, María Camila compitió con coraje y pasión. "Es una experiencia súper chévere, hay muy buen nivel y se aprenden muchas cosas". No ganó todos los partidos, pero se llevó aprendizajes valiosos: "Me cuesta mucho meterme en los partidos. La mentalidad me falla, me salgo muy fácil. No jugué mal, pero hubo cosas que me sacaron del partido".
En su rutina imprime disciplina. Dedica dos horas y media de entrenamiento diario, media hora de físico y recuperación. Los fines de semana, además de sparrings, dicta clases a niños pequeños.
Su cotidianidad gira en torno al deporte blanco. Ella sabe que con resiliencia y constancia llegará lejos: "Me veo en otro país jugando tenis. Quiero dedicarme profesionalmente y mi diferencial serán las ganas. Esforzarme mucho para lograr lo que quiero", sentenció.


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