sábado, 20 de septiembre de 2025
Jesús Miguel de la Hoz, Prensa Mindeporte
Bogotá, 19 de septiembre de 2025. En la cancha de Cúcuta donde alguna vez su padre, Félix Caicedo, realizó sus primeros lanzamientos, también nació la pasión de Jansen por el baloncesto. Tenía apenas cinco años cuando empezó a driblar un balón naranja, sin imaginar que ese primer contacto con el deporte sería la puerta hacia un sueño que hoy empieza a gestarse gracias a su disciplina y espacios de competencia que se abren gracias a los Juegos Intercolegiados.
El camino, sin embargo, no fue lineal. Jansen Caicedo se apartó durante tres años del baloncesto para probar suerte en el fútbol. Pero el destino ya estaba escrito. "Siempre me fue mejor en el básquet", confiesa con una sonrisa, recordando que fue su padre quien lo motivó a regresar. Desde entonces, con preparación física y noches enteras de entrenamientos, decidió dedicar su vida al baloncesto.
Su madre, Sol Orozco, ha sido la otra pieza fundamental. "Ella me apoya en todo lo que hago", dice reconociendo que detrás de cada jugada, de cada partido hay también un respaldo familiar que es fundamental para sostenerse en los momentos difíciles.
El impulso de los Juegos Intercolegiados
Los Juegos Intercolegiados se convirtieron en el escenario que impulsó su talento. Desde los 14 años participa en este programa, que le ha permitido competir en torneos regionales y nacionales, enfrentarse con los mejores y soñar en grande. "Este evento es un gran apoyo. Para nosotros los estudiantes significan responsabilidad y también oportunidades, porque quienes ganan reciben apoyo económico para la universidad", afirma.
Ese espíritu competitivo lo llevó en 2022 hasta una final nacional frente a Antioquia, y aunque en esta edición su equipo no logró avanzar, el balance es claro: los Juegos Intercolegiados fueron el primer trampolín para que Jansen le mostrara al país el talento infinito que lo invade, ese mismo que ya lo hizo debutar en la Liga Profesional de Baloncesto con el quinteto de Motilones del Norte.
Hoy, con 17 años, ya cumplió un sueño: jugar como profesional, ahora su próximo objetivo a cumplir es ser convocado a la selección Colombia sub-17. "Quiero representar a Colombia a nivel internacional", asegura con determinación. Su historia refleja lo que significan los Juegos Intercolegiados: un semillero de talentos, una plataforma donde los jóvenes encuentran la posibilidad de competir, crecer y abrirse camino hacia el deporte de rendimiento.
En cada pase, en cada salto y en cada punto, Jansen lleva consigo la disciplina aprendida en el colegio, la inspiración de su padre y el apoyo de su madre. Su sueño de vestir la camiseta de la selección nacional es también el sueño de miles de estudiantes que, a través de este programa, descubren que el deporte puede transformar sus vidas y llevarlos tan lejos como se atrevan a imaginar.
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