sábado, 17 de octubre de 2015
Elías del Valle e Iván Vargas comparten habitación seis meses al año por la Selección Colombia de patinaje
Prensa Coldeportes - Acord
-¿Te acuerdas el día que nos agarramos allá en Cali por uno de los corredores de Bolívar?", dice Elías del Valle. Iván Vargas le responde: "Ahhhh sí, pero eso no fue nada Elías, nosotros nunca nos hemos disgustado por nada-.
El primero es técnico nacional de fondo y tiene 48 años. El segundo está a cargo de la velocidad y es cinco años menor. Uno cuenta con más de 300 títulos mundiales conseguidos para Colombia, el segundo un poco más de 100. Son, desde hace muchos años, los técnicos de la exitosa selección de Patinaje de Colombia.
Pero hoy, por esas cosas de la vida, los dos están enfrentados, ya que Elías maneja a Bolívar e Iván conduce los hilos de Antioquia. "Nada nos separa. Nosotros somos algo así como dos hermanitos", dice el antioqueño, mientras el bolivarense lo corrobora: "Todos los días hablamos, si no estamos juntos, nos llamamos, ya nos hacemos falta. Es como un matrimonio".
Podría pensarse que hoy, cuando el uno viste la licra verde fosforescente de Antioquia y el otro la amarilla de Bolívar, entre los dos podría haber algún distanciamiento.
Nada de eso. "El uno dirige a los suyos y el otro los de él", reconoce Elías, e Iván agrega que "cuando llega la competencia en donde están los míos y los de él enfrentados, cada uno hace lo que tiene que hacer. Es una rivalidad normal, donde cada uno quiere ganar, pero nuestra amistad no se toca para nada".
Pasa Pedro Causil, de Antioquia, le dice algo en el oído a Elías y el técnico cartagenero suelta una carcajada y le da un golpecito en la espalda al múltiple campeón, que se aleja riendo y caminando rápido.
Jercy Puello, que ya viene con maleta y todo en busca el bus de Bolívar para regresar al hotel, se detiene, saluda de beso a Iván y los dos ríen a carcajada cuando la ganadora de 26 medallas mundialistas le dice "que le vaya bien en la China ‘profe’".
Iván Vargas y Elías del Valle vienen viviendo juntos hace mucho tiempo. Su amistad ha trascendido a las dos familias. "Nosotros salimos juntos a pasear con las esposas. Hemos estado en Santa Marta, en Cartagena, en fin, es una amistad muy bonita", dice Elías.
Tal afirmación lleva a Iván a responderle con una pregunta: "Elías, ¿cuándo vamos a programar el paseo a Villa de Leiva?". "Sí, hermano, lo tenemos que programar porque ya lo hemos aplazado varias veces", responde Elías.
Este año, los dos han estado juntos, durmiendo en la misma habitación, por lo menos seis meses. "Yo creo que ya no sabemos vivir el uno sin el otro", dice Elías con una larga carcajada e Iván, muy serio, replica: "Es consecuencia de nuestro trabajo. Siempre estamos en concentración con los atletas y eso nos hace permanecer juntos la mayoría de meses del año".
Y aparte del tema del patinaje, ¿de qué hablarán estos dos hombres? "De todo mijo, de todo", dice Elías e Iván argumenta que "nosotros somos dos personas normales que hablamos de todo. De deportes, de la actualidad nacional, de nuestras familias, de los problemas, de muchas cosas".
En lo profesional el respeto es mutuo. "Este hombre sabe mucho, es un gran maestro" dice Vargas y Del Valle sonríe para contestar: "Vea mano, yo conozco a mucha gente interesada en el conocimiento, pero como Iván, pocas. Este man es un estudioso, está pendiente de todo y es muy serio en su trabajo. Por eso le salen bien las cosas, porque es un gran profesional".
Hablando de la gran competencia en estos Juegos, los dos técnicos ni se inmutan por el tema: "Mire, yo he abrazado a los corredores de Antioquia cuando han ganado. Lo mismo hace Iván con los de Bolívar", dice Elías.
Iván, por su parte, dice con gran tranquilidad: "En el momento de la competencia hay una gran rivalidad. Yo voy con los míos y Elías con los suyos. Pero se acaba la carrera y ya estamos nuevamente juntos".
Llega el tema de la profesión, de la permanencia en el deporte y es Iván el que primero habla: "A mí lo único que me faltaba era darle medallas a Antioquia y, ahora cuando lo he conseguido, estoy pensando muchas cosas".
¿En retirarse? "Yo no he dicho eso", contesta con mucha seriedad, pero Elías lo hace sonreír de nuevo cuando dice: "No te preocupes Iván, yo también lo estoy pensando".
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