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Cartagena, 23 de noviembre de 2019. La delegación de Norte en el fútbol sala de los Juegos Nacionales, que realiza Mindeporte, solo cuenta con dos personas en el banco, los profesores Eduardo Arias y Omar Espinosa, técnico y preparador físico.

Eduardo y Martha, la pareja de

Llama la atención que en las gradas y siempre ubicada detrás, se encuentra una figura femenina, Maritza Ortiz, en la planilla de los partidos se registra como delegada, pero es mucho más que eso.

Desde la grada, Martha da instrucciones a sus muchachos, una indicación para el profesor Omar, luego una sugerencia al profesor Eduardo, cruza los dedos, salta, se mueve de un lado a otro, va por la hidratación para los chicos, carga tres bolsos, maletines, baja con un pequeño botiquín.

Le hemos visto en estos días, angustiada, feliz, triste, eufórica saltando cuando Norte anota un gol. Terminado uno de los partidos atiende a los muchachos, los anima y luego, dedica un momento para un abrazo, un beso cariñoso y la mano en la mejilla del profe Eduardo.

Juega fútbol sala con la Universidad Francisco de Paula Santander de Cúcuta. El técnico precisamente es Eduardo.

A la pregunta que si tiene hijos responde: "sí, tenemos once, estos muchachos son como nuestros hijos", recalca con una amplia sonrisa en su rostro.

El profesor Eduardo cuenta con una "cómplice" para su tarea de técnico y papá de los muchachos, pero además, con una ayudante, que a la vez es delegada, psicóloga y utilera.

Es una pareja inseparable que lucha al lado de sus once hijos para darle una medalla a Norte de Santander, en los Juegos Nacionales del Bicentenario.