martes, 10 de diciembre de 2024
En Tauramena, Casanare, se creó el club Lime, el cual le abre espacios a mamás e hijos para que practiquen este deporte.
Prensa Mindeporte
Yopal, 10 de diciembre de 2024. Cuando Angie Tatiana Figueroa habla, el equipo de voleibol de Casanare asiente. Son 16 años dedicados al voleibol, una trayectoria que comenzó cuando tenía 12 y que le ha dejado una experiencia que pocos de los que conforman la selección de este departamento en la fase regional de los Juegos Comunales, tienen. Por eso sus palabras se siguen como una brújula en medio de la cancha. Cada consejo, cada corrección y cada aliento se convierten en una herramienta valiosa para su escuadra.
Su amor y pasión por el voleibol van más allá de los partidos: se refleja en los entrenamientos, en el esfuerzo que dedica a perfeccionar su técnica y en la manera en que inspira a sus compañeros a dar siempre lo mejor. Para ella, no es solo un deporte; es una forma de vida, una oportunidad para construir comunidad, para abrirle espacios a niñas, jóvenes y madres de familia para que practiquen una disciplina y mostrar que, con dedicación y trabajo en equipo, no hay meta imposible de alcanzar.
Su camino comenzó cuando se mudó de Bogotá a Tauramena, donde encontró en este deporte un aliado para romper barreras y ser más sociable. Lo hizo en el colegio José María Córdoba, donde conoció a quienes hoy por hoy son sus dos mejores amigas: Jennifer Xiomara Camargo y Angie Lizette Espinosa y fue precisamente con ellas con las que crearon el club Lime, un equipo en su municipio que se encarga de apoyar niñas en las diferentes categorías.
"Llevamos un proceso de cinco años y hoy por hoy tenemos una categoría que es infantil, en la que mis compañeras tienen a sus hijos. Además, los equipos mayores está compuestos por madres en su mayoría, cabeza de hogar, y cuando tenemos la oportunidad entrenamos, jugamos, armamos campeonatos, entonces por eso se creó el club, para que nosotras como mamás podamos practicar un deporte", afirmó Angie Tatiana Figueroa.
El crear un club de voleibol para abrirle un espacio para la recreación y aprovechamiento del tiempo libre a madres y a sus hijos es un reflejo claro de cuán importante es el voleibol para la vida de esta joven de 28 años y de cómo ha logrado transformar su pasión en una herramienta para el cambio social. Para esta deportista, el voleibol no solo es un deporte, sino un medio para fortalecer lazos comunitarios, promover el empoderamiento femenino y ofrecer oportunidades de desarrollo tanto a niños como a sus madres.
A través del club, ha brindado un espacio donde las mujeres pueden encontrar apoyo, motivación y un sentido de pertenencia. "Ver a las madres jugar con entusiasmo, competir y compartir con sus hijos es algo que me llena de orgullo. Es más que un club, es un lugar donde construimos sueños juntos", afirmó con convicción.
Su compromiso con el voleibol ha trascendido la cancha, convirtiéndose en un motor que inspira a otros a creer en el poder del trabajo en equipo y la perseverancia. Para Angie Figueroa cada saque, cada punto y cada entrenamiento son una muestra de que el deporte puede cambiar vidas, fortalecer comunidades y abrir puertas hacia un futuro mejor.
Alto contraste
Reducir
Aumentar
Ayuda
Centro de relevos