domingo, 30 de noviembre de 2025
José García Brito - Prensa Mindeporte
Ocaña, 30 de noviembre de 2025. El Torneo de la Vida llegó a su fin dejando en la cancha algo más que resultados: dejó historias, emociones y la certeza de que el deporte sigue siendo una puerta abierta a nuevas oportunidades para los jóvenes de la región del Catatumbo.
Desde hace casi dos meses Ocaña recibió a casi 300 adolescentes entre los 15 y 17 años que dieron vida a esta iniciativa. Venían de distintos rincones: Ábrego, La Playa, El Tarra, Ocaña, Sardinata, San Calixto, Teorama, Tibú, El Carmen y Hacarí, Convención, así como desde González y Río de Oro en el Cesar. Cada delegación llegó con el mismo objetivo: competir, compartir y demostrar que en su región hay talento, disciplina y futuro.
La jornada final se vivió con intensidad. En la categoría femenina, el partido por el tercer lugar abrió la mañana con un ritmo vibrante que culminó en la victoria de Tibú 3-1 sobre Río de Oro, un triunfo que les entregó el bronce y los aplausos de las tribunas. Más tarde, la final femenina enfrentó a Ocaña y Sardinata en un duelo reñido y apasionante que terminó 2-1 a favor de Ocaña, que celebró la medalla de oro en casa mientras Sardinata se llevó una valiosa medalla de plata.
En el cuadro masculino, Río de Oro volvió a brillar en la disputa por el tercer puesto, imponiéndose 3-1 ante Hacarí y asegurando así la medalla de bronce. El ambiente alcanzó su punto más alto cuando Rafael Bajonero, Articulador Nacional del programa Jornada Deportiva Escolar Complementaria del Ministerio del Deporte, realizó el saque inicial del partido final masculino, un gesto simbólico que dio apertura al último duelo del torneo. En esa final, Ocaña se quedó con el oro tras derrotar a Teorama en una vibrante tanda de penales que terminó 4-2.
La ministra del Deporte, Patricia Duque, afirmó: "El Torneo de la Vida le apostó a dignificar espacios de transformación social para los jóvenes del Catatumbo. Este evento quiso, a partir del talento de los deportistas de la región, crear escenarios que les abran puertas a nuevas oportunidades y a la construcción de paz en los territorios. En una zona de la Colombia profunda que enfrenta altos índices de violencia, este tipo de iniciativas que impulsamos desde el Ministerio del Deporte juegan un papel fundamental en el desarrollo personal de los jóvenes que sueñan con un futuro mejor".
Por su parte, Carlos Aníbal Peralta, director de Fomento y Desarrollo, agregó que este torneo significó mucho para le región y trascendió en la vida de los deportistas. En sus palabras, este proceso "fue un escenario donde el deporte volvió a demostrar su capacidad para transformar vidas. Cada joven encontró aquí un espacio para aprender, competir con respeto y fortalecer su proyecto de vida. El Torneo de la Vida deja campeones sobre el césped y también líderes que hoy creen más en sí mismos y en el poder de construir un futuro en comunidad y en paz".
Desde su inicio, el 4 de octubre, el Torneo de la Vida buscó algo más profundo: ofrecer a los niños, niñas y adolescentes de la región del Catatumbo un espacio para resignificar su tiempo libre, fortalecer la convivencia, crear lazos comunitarios y construir entornos donde la paz y la cohesión social se viven a través del juego limpio, el esfuerzo y la integración.
Así se cierra esta edición del Torneo de la Vida: con medallas, sí, pero sobre todo con historias que seguirán creciendo en cada municipio participante. Cada joven que pisó este campo se lleva mucho más que un resultado; se lleva la experiencia de haber hecho parte de un proceso que apuesta por su presente y su futuro.


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